Corría, posiblemente, el tercer trimestre de 1.993, cuando el entonces Jefe de Fábrica La Carolina, José Gómez Ortega, reunía a los departamentos que el consideró  oportuno, que tenían responsabilidad directa en el control de gastos de la fábrica, y que hasta el momento , se estaban disparando.
 
Entonces nos hizo una proposición: Si entre todos conseguíamos contener los gastos, no solamente en su tendencia, sino que además se reducían en mas de un 7% de lo presupuestado para el año, se comprometía a darnos una especie de guateque-comilona en un paraje idílico.
 
Todos nos pusimos manos a la obra, y llegado mediados de enero de 1.994, nos anunciaba que habíamos cumplido el objetivo.
 
Por lo tanto, fijaba el día de la comilona para el día 30 de ese mes, pero con algunos matices.
 
Como resulta que lo que íbamos a celebrar era el ahorro de un presupuesto, no parecía lógico que la Empresa hiciera un gasto en algo superfluo, y él de su bolsillo, tampoco estaba dispuesto.
 
Así que la solución estaba clara:  A ESCOTE.
 
Todos fuimos invitados a asistir, ya que se consideró, y con razón, que todos tuvimos que hacer esfuerzos de una manera u otra. Participamos de todos los servicios (tampoco faltó el médico).
 
La asistencia, aunque numerosa, no fue multitudinaria. Mas o menos es lo que se esperaba.
 
El Jefe ofreció la residencia donde habitaba con su familia, entonces propiedad de la Fábrica: Una residencia con  hermoso y extenso recinto ajardinado por todas partes.
 
Cada uno de los asistentes, puso una cuota para hacer frente a los gastos de  barbacoa, chorizos, morcillas, pancetas, chuletas, etc. ademas de las paellas, migas, aperitivos, frutas y bebidas.
Además, cada uno traería ese día algún complemento sorpresa :
Unos trajeron tortillas, dulces, mantecaos , diversas viandas y botellas de licor para después de la comida.
 
Pese a ser enero, hizo un día primaveral y todo el mundo se lo pasó de rechupete hasta que se hizo de noche.
 
Estoy seguro que existen muchas fotografías más de ese día, pero yo he podido recopilar sólo éstas.
 
Antonio Carlos R.G.